TPP: Un Horizonte Sombrío Para Latinoamérica

El semanario Hildebrandt en sus trece publicó, este viernes 15 de enero, un artículo sobre los perjuicios que el Acuerdo Transpacífico (TPP) traería a Perú, Chile y México (los únicos países latinoamericanos firmantes del TPP).
El artículo original fue escrito por Ian Gustafson, investigador asociado del Council of Hemispheric Affairs (Washington), y traducido para el semanario por Kathia Carrillo. Aquí lo reproducimos:

El Acuerdo Transpacífico, aprobado el cinco de octubre de 2015 por 12 países, probablemente traiga consecuencias desastrosas a los estados latinoamericanos, Chile, México y Perú, que participan de él hasta ahora. Los intereses económicos multinacionales con base en Estados Unidos han influenciado de manera extraordinaria el tratado, incluyendo textos que seguramente afectarán los intereses latinoamericanos.

Aunque el TPP ha sido a menudo presentado como un esfuerzo desinteresado para estimular el crecimiento económico y el desarrollo en la Cuenca del Pacífico, los principios económicos que subyacen al TPP podrían, sin embargo, favorecer a los intereses de las grandes empresas del mundo. El presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, prometió que el TPP reduciría más de 18 000 impuestos provenientes del exterior para sus exportaciones.(1) A pesar de haber sido anunciado como un camino hacia la prosperidad para países en desarrollo, la eliminación de medidas proteccionistas podría ser muy perjudicial para países como Chile, Perú y México.

Friedrich List, destacado economista alemán del siglo diecinueve, sostenía que la insistencia de los países desarrollados para ampliar el libre comercio en países menos desarrollados era algo hipócrita y engañoso. “Es una estrategia muy usual e ingeniosa aquella de patear la escalera con la que llegamos a la cima, sólo para privar a otros de la oportunidad de subir después.”, decía List. (2)

Gran Bretaña y los Estados Unidos, quienes históricamente han incentivado el libre comercio para los países en desarrollo, adoptaron las políticas de libre comercio sólo después de haberse desarrollado tecnológicamente lo suficiente como para ya no necesitar políticas proteccionistas. (3) Gran Bretaña adoptó el libre comercio a mediados del siglo diecinueve, mientras que Estados Unidos eliminó sus políticas altamente proteccionistas a principios del siglo veinte.

Según Ha-Joon Chang, economista de Cambridge, el vacío de productividad sin precedentes que existe hoy en día entre los países desarrollados y los países en desarrollo hace que los aranceles elevados, así como otros soportes para las industrias incipientes, sean necesarios para dar protección y fomentar las condiciones sobre las que los países más avanzados se desarrollaron. (4)

Al promover el libre comercio en la Alianza Transpacífico, Estados Unidos ignora su propia historia y podría establecer un rumbo espantoso para los países latinoamericanos involucrados, a quienes se les dificultará mucho más competir en los mercados globales. El TPP, cuyos 12 miembros representan casi el 40% de la economía global, enfrenta, en una batalla de productividad, a dos de las tres economías más poderosas del mundo (Estados Unidos y Japón) con países mucho más pequeños. (5) No será una competencia justa, ni tampoco se garantizará la justicia económica para algunos de los países más pobres del mundo a partir de cualquier cambio en el área de libre comercio.

Incluso algunos de los más fervientes defensores de la ideología del libre comercio reconocen que hay ciertas condiciones bajo las que el proteccionismo es una mejor política; condiciones que son realidad en los países latinoamericanos que forman parte del TPP. Los economistas de comercio internacional están de acuerdo en que el mejorar las condiciones que rigen el comercio de un país (la relación de los precios de las mercancías que exporta y de los precios de las mercancías que importa) es sin duda beneficioso. (6) Los aranceles mejoran las condiciones de comercio de un país, porque el arancel disminuye la demanda del producto importado y aumenta la demanda del producto nacional que ahora es relativamente más barato. Los países latinoamericanos generalmente exportan productos de menor precio y, por ende, se verían beneficiados si se mejoran sus condiciones de comercio. El TPP obstaculiza el potencial de estas ganancias al eliminar los aranceles de los productos de los países más desarrollados.

Normas Pro-empresariales

Además de garantizar dificultades macroeconómicas potenciales para los países latinoamericanos firmantes, el TPP también incluye provisiones que permiten que las grandes corporaciones desarrollen un comportamiento abusivo y sin restricciones.
Una parte del acuerdo que ha generado bastantes críticas de la izquierda es el Sistema de Solución de Controversias Inversor-Estado, o ISDS. El ISDS permite que las empresas demanden a los gobiernos directamente si piensan que cualquiera de los países firmantes del TPP tiene leyes que puedan restringir sus ganancias potenciales. Tendrán derecho a juicio ante un tribunal de abogados de tres sectores privados que operen bajo los lineamientos de las Naciones Unidas. (7) La senadora de los Estados Unidos Elizabeth Warren (D-Massachusetts) sostiene que esta disposición violaría la soberanía de los órganos legislativos individuales de los países, y otorgaría demasiados beneficios a las empresas.

La Senadora Warren también condenó el sistema ISDS del TPP por no otorgar las garantías de imparcialidad adecuadas. “El ISDS podría generar sanciones enormes, pero no utilizaría jueces independientes. En su lugar, abogados empresariales muy bien pagados irían y vendrían, de un lado al otro, representando a empresas un día, y fungiendo de jueces el otro día”, declaró Warren. (8)

El Sistema de Solución de Controversias Investor-Estado, que también existe en otros acuerdos comerciales, no ignora directamente las leyes, sino impone una sanción financiera a normativas que restringen los grandes negocios. (9) Ello genera un incentivo financiero para que los países sean menos exigentes en sus normas, y seguramente obligará a los países pequeños a ceder ante las demandas empresariales para no arriesgarse a enfrentar severas sanciones financieras. Este punto será un grave problema, en particular para los países latinoamericanos menos desarrollados que no poseen los fondos discrecionales de gobierno que otros países sí tienen. Además, los contribuyentes tendrán que pagar la defensa legal de sus países cuando decidan enfrentarse a los titanes empresariales.

El ISDS no es la única sección del Acuerdo Transpacífico que posiblemente otorgue un poder destructivo a las empresas y a sus intereses a expensas de las naciones menos desarrolladas. Textos del tratado comercial sugieren que será mucho más difícil que los genéricos compitan con los medicamentos de marca en el extranjero, y que hay una grave posibilidad de que se genere una competencia monopolística en la industria farmacéutica al aprobarse y ratificarse el TPP. (10)

El tratamiento de la industria farmacéutica en el TPP ha generado controversia ya que otorga a las fórmulas de medicamentos la exclusividad de datos por ocho años, para todos los países excepto Australia. (11) Esta falta de transparencia de las empresas farmacéuticas hará que sea imposible que los países del TPP puedan producir versiones genéricas de nuevas medicinas. Los textos del TPP también sugieren que será significativamente más caro negociar con estas empresas las compras de medicamentos al por mayor, ya sea para su uso en programas de ayuda gubernamentales o en prisiones. (12)

La organización Médicos Sin Fronteras sugirió en un comunicado de prensa que “el Acuerdo Transpacífico va camino de convertirse en el tratado más dañino de todos los tiempos para el acceso a la medicina en los países en desarrollo.” (13) La restricción al acceso de medicinas negaría un derecho humano fundamental a los pobres, y podría acarrear consecuencias devastadoras a las personas que viven en los países latinoamericanos firmantes del TPP. El impedir que los medicamentos genéricos ingresen al mercado es particularmente devastador en comparación, por ejemplo, al progreso del revolucionario programa de genéricos en la India, que ha puesto a disposición de los ciudadanos más pobres medicamentos para salvar vidas; un modelo que podría ser implementado en Latinoamérica si no fuera por estas regulaciones.

Algunos comentaristas señalan que el TPP es, en esencia, una maniobra geopolítica de los Estados Unidos, y que cualquier beneficio económico del acuerdo es en realidad un aspecto secundario. Definitivamente, hay algo de cierto en esta afirmación. Los Estados Unidos están desesperados por continuar con el “pivote asiático de Obama” y establecer un asidero ahí para combatir el crecimiento del poder geopolítico de China. El TPP es el medio preciso para hacerlo.

Muchos analistas coinciden en que el argumento de Obama que dice que el tratado será un soporte en contra del poder de China en el sudeste asiático será un arma efectiva en sus esfuerzos por que el Congreso ratifique el tratado. (14) Otra consideración geopolítica importante, que seguramente motivó el liderazgo estadounidense en este emprendimiento, ha sido la tensión, en décadas recientes, sobre políticas de comercio entre Estados Unidos y Japón. La intención del TPP es la de aplacar cualquier preocupación que Japón, uno de los aliados más importantes de Estados Unidos, pueda tener sobre confrontaciones comerciales futuras con ellos. (15)

A pesar de toda la retórica que Estados Unidos ha adoptado en cuanto a liberar a los países de la pobreza con el libre comercio y la unión económica, una razón significativa para que Estados Unidos encabece la marcha hacia el establecimiento del Acuerdo Transpacífico son las preocupaciones geopolíticas. La inclusión de países pobres de Latinoamérica en las ambiciones políticas globales de Washington, sobre todo cuando ello implica un potencial golpe a la salud económica, es una estrategia manipuladora.

El Ejemplo Premonitorio del NAFTA

Un ejemplo ilustrativo de cómo los tratados de libre comercio bien intencionados pueden terminar exacerbando desigualdades dentro de los países firmantes, y beneficiando injustamente a las empresas estadounidenses (que es lo que parece que sucederá con el TPP) es el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA), que fue promulgado en 1993 e implementado en 1994.

Luego del inicio del NAFTA, dos millones de trabajadores agrícolas mejicanos perdieron sus trabajos y ocho millones de agricultores fueron obligados a vender sus tierras a precios de remate. (16) Simplemente, no pudieron competir con la agricultura estadounidense que era más avanzada tecnológicamente, sobre todo en lo que respecta a la producción de maíz (que tenía grandes subvenciones en Estados Unidos). El sufrimiento de los agricultores mejicanos bajo las condiciones del libre mercado es un ejemplo impactante de la hipótesis de Friedrich List sobre el “patear la escalera”, y debería servir como nota de advertencia para los demás países latinoamericanos que quieran sumarse al TPP.

De hecho, el índice de recuento de la pobreza de México del Banco Mundial muestra un aumento en la proporción de personas viviendo en la pobreza a partir de la implementación del NAFTA, en los inicios de los 90s. Además, la desigualdad en el país se ha incrementado considerablemente. (17) Es fácil imaginar que el TPP conlleve consecuencias similares para los países latinoamericanos miembros.

Además, las leyes que el NAFTA eliminó en México habían servido, hasta entonces, como una valiosa red de seguridad para muchos mejicanos pobres. Las disposiciones del tratado obligaron a liquidar la Compañía Nacional de Subsistencias Populares (CONASUPO), que durante años había evitado el control de monopolios y la especulación de precios para la protección de productos y alimentos básicos. A inicios de 2007, un aumento del 67% en el precio de las tortillas dejó a muchos mejicanos empobrecidos, desolados y con hambre, sin las garantías de precios que la CONASUPO solía ofrecer. (18) La sección del ISDS en el TPP amenaza con eliminar los mecanismos protectores, como la CONASUPO, que restrinjan las prácticas explotadoras de las empresas que puedan perjudicar el bienestar de los residentes más pobres de Latinoamérica.

Aunque las condiciones del Acuerdo Transpacífico no han sido completamente reveladas por los países firmantes, los primeros indicios sugieren que este tratado podría resultar perjudicial para los países latinoamericanos involucrados. Claramente, el objetivo principal es crear un clima favorable para los negocios, así como reducir las barreras comerciales que obligarían a las industrias incipientes a competir con economías más desarrolladas. Sólo el tiempo dirá cuáles serán las repercusiones prácticas, pero los demás países latinoamericanos deberán ser cautelosos si piensan unirse a la Alianza Transpacífico. En definitiva, es necesario un diálogo más profundo.

Notas al pie:
[1] The White House Office of the Press Secretary. Statement by the President on the Trans-Pacific Partnership, 2015. Web. 8 Oct. 2015

[2] Chang, Ha-Joon. «Kicking Away the Ladder: Infant Industry Promotion in Historical Perspective.» Oxford Development Studies. Volume 31, No. 1, 2003. Page 24.

[3] Chang, Ha-Joon. «Kicking Away the Ladder: Infant Industry Promotion in Historical Perspective.» Oxford Development Studies. Volume 31, No. 1, 2003. Page 25.

[4] Chang, Ha-Joon. «Kicking Away the Ladder: Infant Industry Promotion in Historical Perspective.» Oxford Development Studies. Volume 31, No. 1, 2003. Page 27.

[5] Granville, Kevin. «The Trans-Pacific Partnership Trade Deal Explained.» The New York Times, August 1, 2015.

[6] Irwin, Douglas. Free Trade Under Fire (Princeton, New Jersey: Princeton University Press, 2007), Page 99.

[7] Sargent, Greg. «Elizabeth Warren fires back at Obama: Here’s what they’re really fighting about». The Washington Post, May 11, 2015.

[8] Warren, Elizabeth. «The Trans-Pacific Partnership clause everyone should oppose». The Washington Post, February 25, 2015.

[9] Sargent, Greg. «Elizabeth Warren fires back at Obama: Here’s what they’re really fighting about». The Washington Post, May 11, 2015.

[10] Grunwald, Michael. «Leaked: What’s in Obama’s Trade Deal». Politico.

[11] McGregor, Jaynce. «Spin Cycle: Will joining the TPP increase drug costs?» CBC News, October 16, 2015.

[12] McGregor, Jaynce. «Spin Cycle: Will joining the TPP increase drug costs?» CBC News, October 16, 2015.

[13] Doctors Without Borders. Trading Away Health: The Trans-Pacific Partnership. 2015. Web 11 October 2015

[14] Calmes, Jackie. «Trans-Pacific Partnership is reached, but faces scrutiny in Congress.» The New York Times, October 5, 2015.

[15] Solís, Mireya. «The geopolitical importance of the Trans-Pacific Partnership: At stake, a liberal economic order». The Brookings Institute, March 13, 2015.

[16] «The Failures of NAFTA». The Council on Hemispheric Affairs. June 19, 2012. Accessed October 15, 2015.

[17] «Poverty and Equity». The World Bank. 2015. Accessed October 15, 2015.

[18] «The Trans-Pacific Partnership». Bilterals.org, 2015. Accessed October 13, 2015.

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